Una experiencia excepcional

El ambiente acogedor y la atención del personal hicieron de nuestra estancia un momento inolvidable. Disfrutamos de las cenas con platos locales. Recomiendo probar los pintxos en la cafetería del pueblo. son deliciosos y mucho más variados que el desayuno, que podría mejorar.

El hotel es limpio y cuenta con una cama cómoda, ideal para descansar después de un día agitado. La cena, que es de calidad, destaca como uno de los mejores momentos de la experiencia.

El desayuno es bastante limitado, y ambos, el zumo y el café, son servidos en una cantidad que no permite repetir. La bañera tiene un acceso complicado debido a su diseño, lo que puede resultar un poco incómodo durante la ducha. La moqueta no aporta sensación de limpieza que uno esperaría.

1. Camas cómodas
2. Ambiente acogedor
3. Comida deliciosa

1. Oído a huéspedes
2. Decoración sencilla
3. Moqueta con olor

Las cenas, un auténtico lujo.

Habitaciones espaciosas y un acogedor ambiente familiar. La cena fue excepcional, los platos locales estaban bien preparados y el personal siempre estuvo atento a nuestras necesidades.

Recomiendo preguntar por los juegos y actividades para niños, el personal está muy dispuesto a ayudar y crear un ambiente familiar.

las vistas desde la habitación son espectaculares. el wifi a veces era inestable.

La habitación era cómoda y contaba con todas las comodidades necesarias, pero la decoración era bastante sencilla. El desayuno, con zumo recién exprimido, era muy agradable, aunque la variedad podría ser mejor. El trato del personal fue excelente, siempre dispuestos a ayudar con una sonrisa, lo que hizo la experiencia más placentera.

Durante nuestra estancia, las cenas fueron un verdadero festín, sabores locales que hicieron vibrar mis papilas. Además, el trato de Reyes, la propietaria, elevó la experiencia a otro nivel. siempre dispuesta a compartir mejores rutas y recomendaciones. Y no puedo olvidar el desayuno, servido con tanto cariño y esmero, ¡fue una forma perfecta de empezar el día!

Solo un pequeño detalle, el acceso a la bañera no era el más cómodo del mundo, pero a decir verdad, todo lo demás brilló por su calidad.

definitivamente volvería a alojarme aquí

La estancia fue increíble, la comida y cenas eran exquisitas. Las habitaciones tienen TV y minibar. El personal, especialmente Reyes, fue muy amable y siempre atentos. El desayuno era muy agradable y te recibían con cariño. Además, el hotel estaba en una zona tranquila y fácil de aparcar.

Recomiendo para grupos que buscan desconectar

La comida fue fenomenal, especialmente un menú por 16 euros que incluía una cena de tres platos, lo mejor que hemos probado en semanas de viaje. Además, la propietaria nos dio recomendaciones sobre sitios a visitar que fueron muy útiles.

No fue económico, pero el precio lo vale.

Despertar con un desayuno al estilo de un banquete real, con croissants que deshacían cualquier dieta, y zumos tan frescos que parecían recién exprimidos entre fiestas de tomates. La cena fue un viaje culinario por la Ribera del Ebro con verduras y vinos locales que hicieron bailar a mis papilas gustativas de alegría.

Decoración sencilla

La cena fue un viaje culinario donde probé sabores locales que hicieron bailar mis papilas. La habitación tenía una buena iluminación y un ambiente relajado. Después de un día de trabajo, disfruté de una bebida en la terraza, que es un lugar acogedor. Me sentí como en casa con la atención amable y dedicada del personal. Fue un acierto elegir este alojamiento para relajarme y probar la gastronomía de la región.

El desayuno tenía poca variedad y la decoración de la habitación era sencilla. Acceder a la bañera resultó complicado por su diseño.

La habitación estaba bastante bien, amplia y limpia. Las camas eran cómodas, lo que se agradece después de un día de excursiones. Tenía buenas comodidades como TV y minibar. El único pero es que la decoración era bastante sencilla, pero no afectó mucho a la experiencia. En general, muy buena comodidad para descansar.

De verdad que lo aconsejo for un paseo por la tarde

Acogedor hotel, cómodo restaurante, donde disfruté de un desayuno variado y abundante, además de una ubicación ideal para explorar la zona y visitar lugares como Pamplona, que queda a solo 70 km.

Todo ha sido de primera